lunes, 29 de abril de 2013

NECESIDAD DE FACILITAR LA PERICIA DOCUMENTAL


ARTÍCULO APARECIDO EN LA REVISTA DEL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE ALMERÍA SALA DE TOGAS Nº 67


NECESIDAD DE FACILITAR LA PERICIA DOCUMENTAL

La pericia documental tiene como finalidad detectar cualquier tipo de alteración que pudiera producirse en un documento y, en consecuencia determinar su autenticidad o falsedad. Teniendo como base de análisis el documento, los estudios que sobre él se pueden realizar cabe agruparlos en dos grupos, pericia documental y pericia caligráfica. Es una ciencia auxiliar del derecho integrada en la Criminalística.

En innumerables ocasiones es el único elemento probatorio que dispone el juez para sentenciar en un sentido o en otro por ejemplo, falsedades documentales, amenazas manuscritas, testamentos ológrafos, etc.

Durante todo el siglo pasado, muchos juzgados españoles se han conformado con la intervención de un tipo de profesionales de la Pericia Caligráfica que, bienintencionadamente, desarrollaban su profesión desde una perspectiva más intuitiva que científica, maestros de escuela cuya formación casi autodidacta, con nociones de caligrafía y experiencia en "descifrado de exámenes" les permitía disponer de cierto “ojo grafocrítico” y alguna habilidad carente de cientificidad. Los jueces confiaban en ese tipo de peritaciones en la creencia de que en caso de error o extrema dificultad el asunto llegaría a manos de los Servicios de Documentoscopia o de Grafística de la Policía Científica o de la Guardia Civil.

Con el avance de la ciencia, la pericia caligráfica va adquiriendo cada vez mayor protagonismo. Teniendo en cuenta la creciente importancia del documento y el aumento de las falsificaciones, estas circunstancias aconsejan al perito a reciclarse en los métodos de investigación, para con su dictamen aportar una decisiva ayuda en la labor de jueces y abogados como ayudantes de la justicia.

La finalidad de la pericia caligráfica es poder identificar cualquier DOCUMENTO DUBITADO, cuya autoría se desconoce. Comparar tintas para verificar similitudes o diferencias. Examinar el papel para detectar manipulaciones de cualquier tipo e intentar dilucidar lo escrito en primera instancia. Determinar la autenticidad o falsedad de sellos y escritos realizados por cualquier sistema impresor, etc.

Para poder llegar a una conclusión, es imprescindible al menos un DOCUMENTO INDUBITADO, es auténtico, se conoce la identidad de su autor. El estudio consiste en el cotejo de la muestra dubitada e indubitada mediante la aplicación de distintas técnicas periciales y con la ayuda de los instrumentos necesarios poder determinar, si ambas muestras han sido ejecutadas o no por el mismo autor.

El criterio a seguir para considerar la idoneidad de una muestra ha de estar en función de ciertas características como son a ser posible ORIGINAL, o cuando menos fotocopia de calidad, la ESPONTANEIDAD, o modo natural que sigue el trazado de cualquier escrito o firma. La COETANEIDAD, hemos de procurar muestras lo más cercanas posible en el tiempo ya que la escritura evoluciona con el paso del tiempo. Las muestras deberán ser HOMÓLOGAS, se han de comparar elementos similares (firma-firma/texto-texto),  la SUFICIENCIA, cuanto mayor número de muestras indubitadas dispongamos más posibilidades tenemos para realizar nuestro cotejo y por último sería ideal tomar cuerpo de escritura en presencia del perito.

En ocasiones los organismos judiciales dificultan al perito su labor, no permitiendo a éste acceder o extraer los documentos originales a fin de examinarlos en el laboratorio del experto con el instrumental adecuado. Este instrumental no es fácilmente transportable, y ello por reunir ciertas características físicas, entre otras el tamaño o peso considerable. 

Aún cuando el experto, pueda utilizar medios fácilmente transportables, lupa, cámara fotográfica, etc., para estudiar en sede judicial la muestra objeto de estudio éste lo hará bajo condiciones que pueden devenir limitantes para la correcta valoración de ésta, pues en tal caso no siempre se dispone de un adecuado espacio o condiciones de luz adecuadas. Además, dicho estudio requerirá de un estado de atención que en tales condiciones se puede ver alterado.

La importancia que tiene para el perito el poder trasladar la muestra original al laboratorio radica fundamentalmente en que éste pueda disponer de la misma cuantas veces considere oportuno conforme  vaya avanzando en su investigación, más aún si las muestras objeto de estudio son numerosas, pues en muchos casos la complejidad de la misma va a requerir que ésta tenga que ser estudiada en distintos momentos.

Una de las cuestiones que actualmente se sigue debatiendo en congresos o seminarios acerca de la práctica pericial es el  valor que se le otorga a una muestra fotocopiada dentro de un proceso judicial. El perito ha de tener presente cuando realiza un informe en tales condiciones es que deberá hacer constar las limitaciones que ello supone para el proceso, pues aunque actualmente existen medios de reproducción avanzados,  los mismos nos van a permitir observar ciertos aspectos formales del documento. En cambio habrá otros elementos, como la presión o las marcas del útil empleado cuyo análisis no va a resultar posible mediante una fotocopia por lo que el perito experto deberá ser cauto en sus conclusiones finales haciendo las oportunas advertencias, para que finalmente sea su señoría quien, tome la decisión que considere oportuna conforme a su propio criterio.

Sería muy conveniente que jueces, abogados, etc., tomaran conciencia de  la importancia que reviste para el perito el poder disponer de muestras originales tanto para facilitar su labor de análisis durante su investigación como para alcanzar conclusiones categóricas que cuanto menos van a aportar mayor valor al proceso en el acto del juicio oral.


Refrendo
GABINETE DE CRIMINALÍSTICA DOCUMENTAL
José Serrano Lara